Olga es una niña más bien chiquitita y fina, pero una gran contadora de historias.
Nadie sabe a ciencia cierta si sus narraciones son inventadas; en cualquier caso, tanto sus amigos como los habitantes del pueblo hacen lo imposible para no perderse ningún detalle de sus relatos. ¿Qué tienen de extraordinarios estos cuentos? Quizás que transmiten sentimientos, momentos cruciales en la vida con los que todos, alguna vez, nos hemos enfrentado.